Con el tiempo aprendí y a punta de coñ…os

Con el tiempo aprendí
Con el tiempo aprendí

Con el tiempo aprendí, y a punta de coñazos que soy responsable de mi felicidad y de mi bienestar, no de la felicidad o bienestar de otros; ahora bien, si alguien quiere acompañarme a ser dichoso, bienvenido es.

Con el tiempo aprendí que vine a este mundo para ser feliz, aprender a amar y auto-realizarme y no para cumplir expectativas de otros. Solo de esa manera, realmente estaré contribuyendo a la evolución del mundo que me rodea. Sanándome, sano a otros.

Con el tiempo aprendí que brillando tu y yo, ayudamos a brillar a otros. Cada ser sobre este planeta tiene su propósito y su misión individual y colectiva. Por lo tanto, ocupémonos de hacer nuestra parte.

Con el tiempo he aprendido que cuidar de mí y priorizar mis propias necesidades, no es, de ninguna manera, ser egoísta o mala persona y que tampoco me alejo de la espiritualidad o de la mujer que estoy creando de mi. Por el contrario, es amarme y respetarme. Es cuidarme. Solo así puedo amar y respetar a otros. Solo así puedo estar en paz y alcanzar mi auto maestría.

Vine a ser feliz
Vine a ser feliz

Con el tiempo estoy aprendiendo, a punta de tortas, que tengo derecho a no cargar con la mierda que no me pertenece y más bien a hacerme cargo de la mía, ya con eso tengo suficiente trabajo. De este modo, ayudo más, que pretendiendo arreglar y cargar con la de otros. Así que suelto y libero.

Ahora me doy permiso

Vine a ser feliz
Me hago cargo de mí

Ahora me doy permiso de trabajar en mi felicidad, en encontrarla en cada detalle de mi día y potenciarla.

Ahora me doy permiso de mirarme y de escuchar a mi niña interior.

Ahora me doy permiso de hacerlo diferente. Entendiéndome como un ser único con potencialidades, dones y talentos concedidos para servir al mundo y a mi propósito de ser yo.

Me doy permiso de creer, de vivir y de ver lo bueno que hay a mi alrededor.

Me doy permiso de expresarme libremente aún cuando los demás no lo aprueben.

Observo y no absorbo

Observo y no absorbo
Observo y no absorbo

Ahora me doy el permiso de escuchar tus tragedias, de ver cómo te auto destruyes por decisión propia y respetarte sin intentar salvarte.

Ahora me doy el permiso de no tener que cambiarte, ni mucho menos tratar, de forma desgastante y en vano, de reparar tus partes rotas, porque entendí que no me corresponde.

Por eso suelto, libero y absuelvo mi necesidad y complejo de ser la niña buena y de salvadora.

Eres libre y yo soy libre

Ahora reconozco que al igual que yo, tienes el derecho y el poder personal de encontrar las vías para sanarte, salir adelante y resolver tus propios asuntos. Al tiempo que yo hago lo mismo conmigo.

Respeto, acepto y reconozco que eres capaz y yo también.

Ahora comprendo y acepto que tienes la libertad y el derecho de decidir ser tremendamente infeliz y conectarte con cuanto drama hay, y por si resultase poco, crear tu propio caos. De esa misma forma, entiendo y acepto que es tu decisión, tu asunto y tu libre albedrío.

La verdad solo puede ser experimentada. No se puede describir ni explicar,…la verdad vendrá a ti por su cuenta.

Texto: Cap 8- VI, Pag 167 de Un Curso de Milagros

Puedes escuchar el artículo aquí

¡Hasta el próximo abrazo de luz!

Patricia

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

× ¿Cómo puedo ayudarte?